Tecnología en el mundo del motor
Mi nombre es Javier Romero Alonso. Soy ingeniero en telecomunicaciones y desde pequeño me han apasionado los cachivaches electrónicos que llevan los coches. Cuando un amigo se compraba un coche nuevo, rápidamente lo investigaba para ver qué opciones llevaba de serie y qué se había dejado de equipar y porqué precio.
Mi primer coche fue un Peugeot 205, con matrícula IU. Realmente no era «mi coche» sino el coche compartido de la familia y claro, lo cogía cuando había disponibilidad. Cuando tuve 20 años, pude comprarme mi primer coche, un FIAT PUNTO D, de cinco puertas, con matrícula VL y 63 caballos de potencia, nada del otro mundo, pero era «MI COCHE«, de uso exclusivo y me sentía poderoso. No importaba el tipo de coche sino más bien la independencia que me generaba el tener el mío propio.
El FIAT PUNTO llevaba aire acondicionado, que era la bomba para el momento, sin embargo, los 63 caballos de potencia disminuían drásticamente cuando se conectaba el aire, es más, con los amigos siempre bromeaba a que el botón del aire acondicionado era el TURBO BOOST, pues cuando subía una cuesta y desconectaba el aire se notaba como el motor dedicaba todos los caballos a la tracción y era curioso notar el empuje.
Soy un apasionado del mundo del motor, no tanto del tuning: competiciones (WTCC, F1, Ralis, 24 horas (Le Mans, Cataluña, etc), X Games, DTM, ALMS), aerodinámica, nuevos modelos, tecnología aplicada a la conducción y al confort de los ocupantes del vehículo, motociclismo (especialmente MotoGP, Moto2, Moto3 y Superbikes).
Hace 9 años, conduciendo una Suzuki SV 650 S tuve un resbalón en una curva que acabó con secuelas fatídicas para mí. El resultado del accidente fue una lesión medular completa y en consecuencia, necesidad de desplazarme en silla de ruedas el resto de mi vida. Quién iba a pensar que una de mis pasiones, las cuatro ruedas, realmente sería sobre lo que me iba a tener que desplazar desde aquel día. No obstante, esa experiencia me ha servido para cambiar los valores que busco y que quiero encontrar en la vida. Actualmente podría decir que me considero una persona con «una vida normalizada» en una sociedad «discapacitada». El accidente me ayudó a comprender muchas cosas que nos pasan por delante desapercibidas. Fundamentalmente la familia. Tras nueve años, mi vida la veo de otra manera, he practicado infinidad de deportes desde atletismo, baloncesto a esquí, pero los que más me gustan son el baloncesto y el submarinismo.
Como he dicho al principio, soy un ingeniero inquieto y me encanta la tecnología. Desde bien pequeño, cacharro que caía en mis manos, cacharro que desmontaba para saber qué era lo que tenía dentro. Espero poder colaborar en vuestra sección aportando mis conocimientos sobre nuevos dispositivos que están apareciendo para los vehículos, como el SmartWatch de Pebble que colabora con Mercedes para el desarrollo de apps con las que controlar diferentes parámetros de vehículo e incluso de la conducción o dispositivos como el GARMIN HUD, que nos permite ver las indicaciones del GPS en el salpicadero de nuestro coche.
El 2014, seguro vendrá cargado de muchísimas novedades tecnológicas, tanto por los propios fabricantes como por empresas que ofrecerán dispositivos que mejorarán la experiencia de la conducción, mejorando la seguridad y optimizando el consumo.
No quiero acabar esta introducción a mi persona sin mencionar a alguien que me ha hecho aficionarme a la F1. Michael Schumacher, quien sufrió un accidente de esquí en los Alpes franceses mientras practicaba fuera pista. Tuvo la mala fortuna de golpear una piedra con la cabeza, que llevaba protegida con un casco. Quizá sea ahora cuando Schumi tenga que ganar la carrera más complicada de su vida, saliendo desde el final de la parrilla, superando innumerables contrincantes y solo le vale un resultado para ser campeón del mundo, acabar primero. ¡Nuestros pensamientos están contigo, KAISER!