Parece que está de sobra decir que la iluminación externa del automóvil nos va a permitir ver y ser vistos en carretera, y que se trata de un elemento básico a tener presente en el mantenimiento del coche. Sin embargo, si comprobamos que entre el top de fallos graves detectados en la ITV se encuentran precisamente los de alumbrado y señalización, puede que no esté tan de sobra hacer hincapié en la importancia del mantenimiento de los elementos de iluminación del coche.
Especialmente si tenemos en cuenta que si el alumbrado no funciona de forma correcta ante un obstáculo en la carretera, con sólo medio segundo, circulando a una velocidad de 90 kilómetros por hora, el conductor habrá perdido más de 10 metros para actuar, distancia considerable en un frenado de emergencia. En la obligación de mantener el coche en buen estado, nos detenemos hoy en un elemento que en muchas ocasiones pasa desapercibido por su obviedad, la luces del coche.
La eficacia de las luces del coche reside en que sean utilizadas de forma responsable por los conductores y en su buen mantenimiento. Un elevado porcentaje de accidentes con víctimas mortales en la carretera se producen en situaciones de baja visibilidad. De ahí que la Unión Europea redactara una nueva directiva, que entró en vigor en febrero de 2011, para obligar a incorporar las luces de día a los coches de nueva fabricación. Estas luces son sólo frontales y se encienden de forma automática al poner en marcha el motor, nada tienen que ver con las habituales en un coche, ya que tienen una intensidad y dirección diferentes.
Alternativas de iluminación en el coche
- Lámparas halógenas: con una vida útil más larga, proporciona una luz más brillante y un mayor contraste de los objetos en la oscuridad.
- Lámparas de Xenón: gracias al sistema de gas en el que se basa ilumina más que la lámpara de halógeno y con un consumo energético muy optimizado.
- Lámparas Led: su aplicación es la apuesta de los últimos años, por ejemplo en los coches eléctricos, por su inferior consumo y mayor duración.
¿Cómo garantizar el buen funcionamiento de las luces?
- Comprueba de forma periódica que todas las luces, faros, de posición, intermitentes y frenos, actúan correctamente.
- Si las luces se encuentran en mal estado, además del peligro que entraña una peor visibilidad de la calzada en la oscuridad, provoca un incremento de fatiga visual en el conductor.
- Un buen mantenimiento de las luces del coche, implica su sustitución cada 50.000 kilómetros o cada dos años, aunque esto variaría en función del tipo de lámpara utilizada.
- Comprueba la regulación de la luz, demasiado alta puede deslumbrar a los otros conductores o perder visibilidad si no está en la posición adecuada. Por ejemplo, es importante revisarlo cuando llevamos una carga importante de equipaje.
- Por último, mantén a ralla la limpieza y el buen estado de la pantalla protectora, los faros o pilotos sucios reducen la distancia de alumbrado.
El cuidado de los elementos de luminosidad y visibilidad en los coches por tanto no debe pasar desapercibido en nuestro mantenimiento básico ¿has comprobado últimamente el estado de las luces de tu coche?