Llegados a éste punto, era obvio que los mejores diseñadores del mundo querían “vestirlo” con la carrocería adecuada.
Un jovencísimo (25 años) diseñador de Bertone, Marcello Gandini, es quién recibe el encargo, crea unas líneas únicas en unos dibujos que hacen exclamar a don Ferruccio: “Éste me gusta! Con éste entraremos en la leyenda!”, todo un visionario el patrón.
El joven Marcello y su creación:
La juventud del diseñador no es sorprendente, todo el equipo que diseñó el Miura estaba compuesto por miembros de menos de 30 años: Gianpaollo Dallara, 25 años, en aquel momento un recién licenciado en ingeniería, se dedica al diseño del chasis.
De izquierda a derecha: Giotto Bizarrinni, Don Ferruccio y un joven Dallara en 1963, con un motor prototipo V12 Lamborghini:
Bob Wallace (29 años) Neozelandés, mecánico especialista, a él se debe el desarrollo del Miura como coche de calle.
A la derecha el joven y espigado Bob sujetando un chasis:
Paolo Stanzani (27 años) ingeniero responsable del proyecto técnico de la jovencísima (tres años de antigüedad) casa de Santa Ágata (Bolonia), que fabricaba los autos Lamborghini:
Para desarrollar semejante proyecto en 1964/1966 se necesitaba el necesario punto de locura que otorga la juventud.
La idea del pequeño equipo:
Era realizar un auto capaz de llevar el nombre de Lamborghini por los circuitos del mundo, el problema era presentar el proyecto al propio don Ferruccio, el cual desde el principio se había mostrado contrario a la posibilidad de que cualquiera de sus coches compitiera en pista, para trazar una línea distinta a la de Ferrari.
El patrón decide no desarrollar la versión del Miura para competición, pero si como coche de producción, en una pqueña serie de 50 vehículos como máximo…se quedó muy corto en sus previsiones.