La principal función de los filtros de combustible, independientemente de si se trata de un coche gasolina o diésel, es la de retener las impurezas que puedan llegar al circuito de inyección, la bomba de presión, los inyectores o el circuito de alimentación de combustible.
Por lo general, los fabricantes recomiendan que el filtro de combustible sea sustituido cada 60.000 Km. aproximadamente, aunque si queremos optimizar el funcionamiento del motor y de garantizar durante más tiempo el buen estado de inyectores, bomba de presión y circuitos, podría adelantarse el cambio a los 30.000 Km. El coste del recambio oscila entre los 20 y los 110 euros, dependiendo siempre del tipo de vehículo y de la características de este.
¿Cómo saber si hay obstrucción en el filtro de combustible?
Existen dos formas un tanto caseras de comprobar si el filtro de combustible está obstruido. Una de ellas consistirá en verificar durante la conducción si durante un adelantamiento o rebasamiento la potencia del motor es deficiente, pues podría ser un signo de que un filtro de combustible obstruido.
Otra forma de identificar una posible obstrucción del filtro, es mediante la inspección visual. Para ello, será necesario extraer el filtro y soplar para ver la cantidad de aire que traspasa el mismo. Si es poca o ninguna, será una señal de que es necesario sustituirlo.
A continuación podremos ver un vídeo tutorial práctico sobre cómo llevar a cabo el cambio del filtro de gasoil en un turismo:
Circular con el filtro de combustible en mal estado podría causar importantes averías en los inyectores o cualquiera de los demás elementos del sistema, así como en la bomba de alta presión, y no se trata precisamente de reparaciones económicas.